Garbanzos guisados con chorizo es un plato tradicional y reconfortante, que te transportará a los sabores de la cocina de la abuela. Este potaje sencillo es perfecto para disfrutar en cualquier época del año. ¡Sigue esta deliciosa receta y sorprende a tus seres queridos con su increíble sabor! Ingredientes:
- 250 gramos de garbanzos
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 cucharadita de perejil
- 1 chorizo
- 200 gramos de tomate triturado
- 4 cucharadas de tomate frito
- 3 patatas
- Aceite de oliva y sal
RECETA:
Comienza por poner los garbanzos en remojo la noche anterior. Enjuágalos bien y escúrrelos antes de utilizarlos.
En una olla grande, añade los garbanzos y cúbrelos con agua fresca. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina los garbanzos durante aproximadamente 2 horaS o hasta que estén tiernos.
Mientras tanto, pela y pica finamente la cebolla y los ajos. En otra olla o cazuela, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y los ajos picados, y cocínalos hasta que estén dorados y fragantes.
Añade el pimentón y el perejil a la olla, y remueve durante unos segundos para que se mezclen bien los sabores.
Corta el chorizo en rodajas y agrégalo a la olla. Cocina durante unos minutos hasta que el chorizo suelte su grasa y se dore ligeramente.
Agrega el tomate triturado y el tomate frito a la olla. Cocina durante unos minutos más, removiendo ocasionalmente.
Añade los garbanzos cocidos a la olla, junto con parte del caldo de cocción de los garbanzos. La cantidad de caldo dependerá de la consistencia que desees en el guiso. Si prefieres más caldoso, añade más caldo; si lo prefieres más espeso, añade menos caldo.
Pela las patatas y córtalas en trozos medianos. Agrégalas a la olla y cocina hasta que estén tiernas y se hayan impregnado de los sabores del guiso.
Prueba el guiso y añade sal al gusto. Cocina a fuego bajo durante 10-15 minutos adicionales para que los sabores se mezclen y se desarrollen plenamente.
Sirve los garbanzos guisados con chorizo bien calientes, acompañados de un buen trozo de pan crujiente. ¡Disfruta de este plato tradicional lleno de sabor y amor de la cocina de la abuela!
¡Buen provecho!
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